La tradición Xhita es una costumbre ancestral que se realiza cada año, ofrece su religiosidad, colorido, alegría, rezos, bailes, escenificaciones abiertas y festivas, como una herencia de aquellos horizontes en ofrenda a los dioses para pedir buena cosecha. Las personas se disfrazan con cabelleras hechas de cerdas de ganado vacuno, y se adornan con grandes cuernos días antes del miércoles de ceniza y termina el martes de carnaval.
Cuenta la historia que los Xhitas es una danza prehispánica de origen otomí, un culto dedicado a la madre tierra, para que tengan buenas cosechas. Al iniciar esta tradición, los otomíes se colgaban su penacho que se llamaba xhirgero o greñero para la guerra, imitando al toro fuerte. Así mismo silbaban su cuerno para alejar el rayo de las lluvias; se cubrían con un cuero de vaca, conejo, ardilla o zorra el rostro para poder ver en la oscuridad y así burlarse de la muerte. La vestimenta era de ixtle rasgado sacado del maguey. También usaban el chicote hecho de ixtle para hacerlo tronar y espantar a los malos espíritus.
Cuando llegaban las sequias, su baile para la buena cosecha es la brazada, donde dos Xhitas se abrazan para que el maíz brote muy pronto su hoja; cuando terminan de bailar, truenan el chicote, y se alistan para la guerra defendiendo sus territorios de otras tribus; a esto se le llama brincada.
Agua Escondida, Calpulalpan, Buenavista, Xhixhata, Xhisda, La Merced y San Lorenzo Nenamicoyan; son reconocidos por sus festividades del carnaval Xhita, lo cual da a entender que esa festividad se practicaba antes de la llegada de los españoles. La festividad del carnaval se ofrece a los santos patronos de cada comunidad que practica esta tradición; en Xhixhata se realiza esta tradición en honor a la Virgen de los remedios, en Xhisda en honor al Señor de Chalma, La madama y el viejo son los padres de los Xhitas; La Madama, una señora con sombrero de charro, un quesquémil, y unas nahuas, con una canasta en la mano baila con su esposo el viejo, pidiendo el milagro para que la tierra que de muchos frutos.
El viejo se distingue por su sombrero de paja, una mascara de piel, calzón de manta, abraza a su esposa y baila el famoso jarabe, y pide una buena cosecha. Los Xhitas al ver que la madama y el viejo bailan dejan de silbar su cuerno realizan la brazada acompañando a la parareja.